¡No te pierdas de nada! 👽

Sucribirme! Let's go!

Un resumen de historias para leer, mirar y escuchar cada semana. 0% Spam. GDPR.

No quiero, gracias

Es inválido 💣

Mental Health
¡Espera un poco!
Read and listen
Ayy, close that door, we blowin' smoke
Album Reviews

Tyler, The Creator

DON'T TAP THE GLASS

Portada del álbum "Don't Touch The Glass" de Tyler, The Creator.Portada del álbum "Don't Tap The Glass" de Tyler, The Creator.
8.4
Words Mirangie Alayon

De un tiempo para acá, Tyler, The Creator se ha convertido en un huracán creativo que ha redefinido lo que significa ser un artista en la era digital. Desde sus días de provocación adolescente con Odd Future hasta su evolución hacia un ícono multidisciplinario, ha construido una carrera marcada por una ética de trabajo obsesiva. Mientras otros artistas se toman años entre álbumes (como por ejemplo A$AP Rocky, cuyo nuevo disco tenemos años esperando), él ha lanzado al menos cuatro proyectos impecables en el mismo lapso, cada uno con una identidad visual y sonora tan distintiva que podrían ser universos paralelos. DON’T TAP THE GLASS llega apenas nueve meses después de CHROMAKOPIA, demostrando que su motor creativo no tiene freno. Y lo hace, como siempre, sin pedir permiso, llegando un lunes a medianoche, sin promoción, confiando en que la música hable por sí misma.

El álbum en sí es un puñetazo de energía pura, una invitación a bailar sin preocuparse por quién mira en 10 temas y en menos de media hora. Tyler lo deja claro desde el primer segundo: Body movement. No sitting still. Si CHROMAKOPIA era un laberinto introspectivo, este nuevo trabajo es la fiesta después de la tormenta. Canciones como Sugar On My Tongue (un híbrido de G-funk y The Neptunes con electroclash) o Stop Playing With Me (con su bajo agresivo y letras que oscilan entre lo juguetón y lo amenazante) son himnos diseñados para sacudir el cuerpo. No hay tiempo para pensar: solo acordes de sintetizadores, grooves contagiosos y esa actitud desafiante que solo Tyler sabe dosificar. 

Pero no todo es frivolidad. Incluso en su faceta más hedonista, Tyler es un maestro del detalle. DON’T TAP THE GLASS está repleto de guiños a sus influencias: desde el Miami bass de Ring Ring Ring hasta el New Jack Swing de Don’t You Worry Baby, donde la voz seductora de DAISY WORLD roba el protagonismo. Es como si hubiera destilado tres décadas de música negra en 28 minutos, pero sin caer en el pastiche obvio. Hasta los puristas del rap old-school encontrarán joyas como Big Poe, donde un sample de Busta Rhymes y un verso no acreditado de Pharrell elevan el track a territorio épico. Tyler no solo rinde homenaje; reinventa.

Lo más fascinante es cómo el álbum refleja su conflicto con la fama. El título es una metáfora perfecta: Tyler quiere que vibres con su arte, pero sin invadir su espacio. En Tell Me What It Is, el cierre melancólico del disco, confiesa: I can buy the galaxy / But can’t afford to look for love. Es un recordatorio de que, incluso en medio de la celebración, hay una vulnerabilidad que nunca desaparece. Quizás por eso insistió en que el álbum se escuche sin celulares: es su manera de reconectar con la experiencia cruda, sin filtros, de la música.

Comparado con trabajos anteriores, DON’T TAP THE GLASS podría parecer ligero en contenido lírico, pero esa es justamente su genialidad. Tyler ya no necesita demostrar nada, así que juega con las expectativas. ¿La gente espera collabs estelares? Pues prescinde de ellas. ¿Que los críticos buscan narrativas complejas? Pues les sirve beats para sudar. Es un disco que se resiste al análisis exhaustivo, como esos cuadros abstractos que cambian según el ángulo desde el que los miras.

En un mundo obsesionado con la productividad y el engagement, Tyler sigue su propio ritmo: rápido, impredecible y siempre con estilo. DON’T TAP THE GLASS es un mood que oscila entre la euforia y la nostalgia, entre el caos y el control. Puede que no sea su obra más profunda, pero sí una de las más auténticas: un recordatorio de que, a veces, la mejor terapia es poner un tema a todo volumen y dejar que el cuerpo hable. Y si alguien lo critica, él ya lo dijo en Sucka Free: I’m that guy, tryna get my paper, baby. Y punto.

Escucha DON’T TAP THE GLASS en su totalidad a continuación.

Despues de leer, ¿qué te pareció?

  • Me gustó
  • 1
    Me prendió
  • 7
    Lo amé
  • Me deprime
  • WTF!
  • Me confunde
   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido

Utilizamos cookies propias y de terceros para ofrecerte una mejor experiencia y servicio. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso.

Aceptar
NIGHT MODE DAY MODE