El reconocido festival South by Southwest de este año estuvo lleno de controversias: a principios del mes de marzo, el evento estuvo en el ojo del huracán luego de que varios artistas informaran acerca de dos controversiales cláusulas del contrato estándar con todos los músicos participantes, que fueron calificadas como amenazantes para los inmigrantes y artistas de otros países. En resumen, las cláusulas decían que SXSW notificaría a las autoridades de inmigración en caso de que los artistas tocaran en cualquier evento fuera del festival, pues hacerlo resultaría en una deportación inmediata.

Luego de protestas de varios artistas que decidieron hacer un boycott al festival, los organizadores aclararon que la cláusula era en caso de fuerza mayor, como que los artistas invitados cometieran algún crimen o incitaran al desorden público. Sin embargo, no hizo falta que los organizadores hicieran nada, pues las mismas autoridades de inmigración se encargaron de negarle la entrada a los Estados Unidos a una serie de artistas, entre los que se encontraban Soviet Soviet, Massive Scar Era, Yussef Kamaal, ELOQ y hasta los chilenos de Trementina.

Ahora, el festival está en problemas una vez más, pues bajo la nueva administración de Trump, el senado de Texas aprobó una nueva ley llamada la “SB4” el pasado mes de mayo, en la que se prohíben las “ciudades santuario” en el estado. Esto quiere decir que los cuerpos policiales locales están obligados a reforzar las leyes federales de inmigración, permitiéndole a todos los oficiales cuestionar el estatus de inmigrante de cualquier persona que encuentren en la calle, y arrestarla bajo sospecha de su ilegalidad.

De esta manera se autoriza la discriminación por el simple aspecto, color de piel o manera de hablar de cualquier persona.

Se supone que la “SB4” entre en vigencia el próximo 1° de septiembre, por lo que senadores demócratas solicitaron a los organizadores de South by Southwest que muden el festival fuera de Texas para impedir que la ley afecte a los artistas alrededor del mundo que cada año visitan la ciudad de Austin con motivo del evento.

Sin embargo, el CEO del festival, Roland Swenson, declaró que no tienen planeado mudarse, y que al contrario, seguirán protestando la decisión del senado, que encuentran “diagonalmente opuesta” a los principios de South By Southwest:

“Respetamos su petición y entendemos por qué quieren que dejemos Texas. Pero esta no es una solución. Austin es nuestro hogar y parte integral de quienes somos, y continuaremos haciendo de nuestro evento un lugar inclusivo mientras luchamos por los derechos de todos”.

La nueva ley representaría un golpe aún mayor para el festival, en especial después de los innumerables incidentes acontecidos a principio de este año por varios artistas, quienes fueron encerrados en prisiones para ilegales y deportados. Con la implementación de esta legislación, los artistas que logren entrar a los Estados Unidos incluso podrían ser apresados sencillamente por su aspecto. ¿Qué pasará con el SXSW el próximo año? Sólo el tiempo lo dirá.

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