Rusia evalúa expulsar a extranjeros del país si participan y comparten “propaganda LGBT”
El parlamento ruso propuso recientemente una ley que legalizaría la expulsión de ciudadanos extranjeros que hagan “propaganda” LGBTQI+ en el país. Alegando la defensa de los “valores no tradicionales”, el proyecto de ley también propone multas de hasta 200.000 rublos (aproximadamente unos USD $3.000) junto con el exilio en lo que sería un paso más hacia la represión del colectivo LGBTQI+ en Rusia, después de que la lucha contra la “decadencia” occidental se utilizara como justificación para la guerra con Ucrania.
Entre los ejemplos citados por los impulsores de la legislación en Rusia se encuentra un reciente episodio de los dibujos animados británicos Peppa Pig, en el que aparecía una joven osa polar con sus dos madres. Las leyes impondrán fuertes multas a quienes defiendan las relaciones gay o hablen de la homosexualidad sin condenarla. Las actuales leyes de protección de la infancia se ampliarán y se aplicarán a todo aquel que publique material gay en papel o en línea, que defienda los derechos de los homosexuales o que promueva “relaciones sexuales no tradicionales”.
El lunes se dijo en el Parlamento ruso que la “propaganda LGBT” era “una guerra emprendida por Occidente contra Rusia”, y que los rusos morían en los campos de batalla de Ucrania para proteger los valores cristianos tradicionales. Alexander Khinshtein, jefe del comité de información de la Duma, dijo que la ofensiva ucraniana había dado a la propuesta de ley una “nueva relevancia”, añadiendo que la “operación especial tiene lugar no solo en el campo de batalla, sino también en las mentes y las almas de las personas”.
Se espera que el proyecto de ley ruso, apoyado por todas las facciones de la Duma, sea firmado por Putin el próximo mes. Vyacheslav Volodin, el portavoz, dijo: “Debemos protegernos de la oscuridad que se extiende cada vez más en el mundo”. Si bien recordamos, la homosexualidad se despenalizó en Rusia tras el colapso de la Unión Soviética, pero la opinión pública sigue siendo profundamente homofóbica, alentada por la Iglesia Ortodoxa Rusa, que ha emprendido una fuerte campaña contra cualquier aceptación de los homosexuales.
La propuesta de medidas enérgicas llega cuando Putin ordenó un nuevo programa de educación, con un costo de USD $63 millones, para inculcar la educación patriótica y espiritual a los niños y a la juventud rusa. El proyecto de ley ha alarmado a los autores y editores rusos, que dicen que podría hacer ilegal la publicación de muchos clásicos de la literatura rusa. Enumeran a Dostoievski, Mijaíl Bulgákov y el dramaturgo Alexander Ostrovski, donde podrían encontrarse pasajes que traten sobre abusos sexuales u otro tipo de “propaganda”. Irónicamente, uno de los libros más vendidos este año en el país ha tratado sobre una relación homosexual entre dos jóvenes pioneros del movimiento juvenil comunista. Verano con corbata de pionero ha sido atacado como “fuente de decadencia moral, pedofilia y libertinaje”, lo que ha hecho aumentar enormemente sus ventas, que ya superan los 250.000 ejemplares. Las autoras, Katerina Silvanova y Elena Malisova, han recibido numerosas amenazas.
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