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Album Reviews

Asknikko

WEEDKILLER

Portada del álbum "WEEDKILLER" de Ashnikko.
7.3
Words Mirangie Alayon

Cuando conocimos a Ashnikko por primera vez hace unos cuatro años, parecía haber salido de un sueño de Tumblr: con el cabello azul, una estética goth industrial y una actitud 100% fuck you, se hizo viral con su tema Stupid, en el que colaboraba Yung Baby Tate. Le siguió un momento de éxito con Daisy, cuando TikTok le convirtió en le artiste más popular del momento, obligándole a descargar la app cuando supo la noticia. Aunque parezca que Ashnikko estaba heche para la era de Internet de los vídeos cortos, lo cierto es que tenía al menos 10 años tratando de hacer música: Desde que tenía 15 años, Ashton Casey ha estado produciendo, escribiendo y grabando piezas desde su habitación, luego con productores, moviéndose entre Estados Unidos, Letonia y Estonia, antes de aterrizar en su nuevo hogar, Londres, desde donde ha estado construyendo la mejor versión de sí misme, pansexual y no binarie (pronombre: elle). En una entrevista reciente con The Guardian, dice que luego del lanzamiento de su primera mixtape, DEMIDEVIL, en la que sus seguidores se volvieron locos por elle y su estética inspirada en el anime, decidió no hacer música que complaciera a los demás, sino a elle misme. “Quería tomar un poco las riendas y decir: ‘No, quiero hacer mi música de hadas’. Tiene que resonar en una parte profunda de mi corazón”. Así, el pasado 25 de agosto finalmente llegó con su álbum debut: WEEDKILLER, lleno de bajos abrasadores, voces cortantes y ritmos densos, que son los medios elegidos por le productore para narrar una épica fantasía postapocalíptica.

Para Ashnikko, WEEDKILLER es un álbum conceptual ambientado en los restos de una civilización destruida. Ashnikko es un hada superviviente, y “el propio herbicida es un enemigo con muchas caras”, una máquina asesina que “representa un colapso ecológico y un enemigo ecológico. Representa a mi violador. Representa la angustia que sentí de niñe. He puesto las caras de todos estos enemigos en este enemigo robótico fantástico llamado herbicida, este robot devorador de biomateria, porque lo único que hace es consumir sin remordimientos”. Así que en la producción, le artiste utiliza el mundo fantástico como medio para contar una historia muy personal en medio de una gran metáfora ecológica de la destrucción del medio ambiente. Al escucharlo, es imposible no sentir que WEEDKILLER explora varias catarsis, pues Ashnikko oscila entre gritar a pleno pulmón y seductores cantos de sirena. Es una montaña rusa de 13 canciones entre emociones y géneros que cuenta con dos colaboraciones: Daniela Lalita se une a Super Soaker, mientras que Ethel Cain aparece en el devastadoramente hermoso Dying Star. En una primera escucha, WEEDKILLER es exactamente lo que esperábamos de elle: hormigas bajo la piel, huesos podridos y partes del cuerpo biónicas. La autoinserción de Ash como personaje de hada cyborg en busca de venganza dispara a todos los demás en el disco, pero también a sí misme: Orange juice and toothpaste / I roll around in blue paint / Thinking of new ways / That I can self-sabotage, canta en Worms.

En esta aventura sonora, Ashnikko se hace acompañar por productores como Oscar Scheller, Sling y Dylan Brady de 100 gecs, quienes la guían por esta distopía pop industrial, trap, rap, nü-metal y emo-pop llena de furia, sexualidad, frustración, lujuria y energía inagotable: en las letras, el uso evocador de imágenes viscerales, la angustia existencial hacia los hombres idiotas y las chicas populares, incluso la forma de hablar de Ash que se desvanece y grita de una manera que la mayoría de las mujeres raperas evitan hace que su abrasivo encanto siga intacto con barras intensas, a veces salidas de pesadillas, sobre una producción con visión de futuro. Un buen ejemplo de su extrema interpretación vocal es You Make Me Sick!, un feroz ataque dirigido directamente a un ex (I’m maaaaaad, you fuck my life up then you say ‘my bad’ / you don’t know your way around a pussy, call you Chad) que podría haberse colado en un disco de metal si no fuera por el ritmo de trap y las intrincadas percusiones láser. Por su parte, Don’t Look At It muestra el novedoso enfoque de este disco hacia la sensualidad, con maullidos autotuneados que chocan con samples de cuerdas y percusión hyperpop. Aunque WEEDKILLER es un disco breve, no se puede resumir en una frase concisa. Varios temas coquetean con el mainstream y presentan la muy capaz voz cantante de la norteamericana, como Worms y Miss Nectarine. Esta última es particularmente eficaz, con una letra sobre una aventura adolescente con una chica bi-curiosa que resume una experiencia autobiográfica de Ash cuando vivía en una Carolina del Norte rural sin ejemplos de personas queer a su alrededor, y rodeada de familiares religiosos: Say you wanna practice for the boys / Who won’t you love like I will / They won’t love you like I will / Guess I’ll always be your second choice.

Más adelante, en toda su espeluznante estética, WEEDKILLER también habla sobre abismos interiores, sobre el deseo de que todo sería mejor si no fuera quien es, sobre la homosexualidad, la autoagresión. Runes in the dirt, blood on the earth, I could get hurt / Bound with a curse, don’t want this bubble to burst / Bees and the birds, even the plants are perverse / Unquenchable thirst, hands up my shirt, confiesa Ash en el tema Super Soaker, igual de desagradablemente relatable, que cuenta con unos poderosos versos en español de Daniela Lalita. Para algunos, WEEDKILLER puede parecer que no sabe muy bien lo que quiere como álbum, pero en realidad sí lo sabe: es una maraña distópica cyberpunk de una hada gótica y emo a quien le arracaron las alas y sigue tratando de volar mientra le levanta dos dedos medios a quienes intentaron acabar con ella. Hay ira, sí, pero también intricadas líneas de amor, lujuria y sexualidad, así que WEEDKILLER también se siente como un álbum lleno amor, con varias canciones que parecen haber sido dedicadas a su pareja, Arlo Parks, como Don’t Look At It, que destila lujuria, mientras que en Moonlight Magic y Want It All, las letras sexuales que esperamos de la artista están impregnadas de una narrativa más madura y una instrumentación con tantas capas que casi nos hace vibrar con letras como Run into mе, I wanna feel everything / Run into me, I wanna scream, I wanna bleed / Funny I can’t make my mind up / Eyes on you like I’m a spider / Want it all like I’m a miser / Pull it, twist it, I ignite it / Run into me, baby. Para cerrar, Ashnikko nos sorprende con el track Dying Star, que se siente como una tragedia griega sobre el abandono de una relación abusiva por algo suave y acogedor, ambientada en el mundo fantástico del álbum. En la canción, un viajero intergaláctico abandona un planeta moribundo en busca de uno nuevo porque su planeta está muerto, y el etéreo puente de Ethel Cain prepara perfectamente el escenario para los tonos más distintivos de Ashnikko en el gancho del tema.

Para nadie es un secreto que los artistas a menudo se esfuerzan demasiado en sus álbumes de debut, tratando de hacerlo todo, pero en el mundo de Ashnikko, WEEDKILLER es el sonido de une artiste que sobresale en múltiples campos con aparente facilidad. En un panorama en el que el rap y el pop se están diversificando más que nunca, Ashnikko se establece como una fuerza a tener en cuenta. Alejándose del brillo y el glitter del pop mainstream, WEEDKILLER es una producción babosa, podrida, malcriada y malhumorada en el mejor de los sentidos, mostrándonos las vulnerabilidades como monstruos o heridas llenas de gusanos en una reivindicación de la autonomía corporal a toda costa. “Espero que puedan retorcerse y gritar en el bosque y aullar a la luna y escabullirse como ratas con este álbum”, dijo Ashnikko en sus redes sociales el día del lanzamiento de WEEDKILLER. Es un viaje memorable, aunque breve, pero su uso de los sonidos para ofrecer algo diferente e impactante es sobrecogedor. WEEDKILLER probablemente suene demasiado áspero y corrosivo para algunos grupos demográficos, pero cualquiera que quiera seguir el futuro del pop alternativo necesita sumergirse un rato en este disco caótico, trágico, empoderador, furioso y hermoso.

Escucha WEEDKILLER en su totalidad a continuación.

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