Miles de australianos exigen disculpas a Raygun, la breakdancer viral de las Olimpíadas, por su terrible actuación
La breaker australiana Rachael Gunn, mejor conocida como B-girl Raygun, arrasó en Internet tras su breve pero memorable paso por el escenario de los Juegos Olímpicos de París 2024. En batallas cara a cara contra b-girls de Estados Unidos, Francia y Lituania, realizó movimientos únicos como saltar como un canguro y nadar en el suelo, que generaron reacciones absolutamente salvajes sobre su performance, convirtiéndola casi inmediatamente en un meme referenciado incluso en programas de Late Night norteamericanos. Sin embargo, muchos se preguntaban cómo habiendo casi 28 millones de australianos en el mundo… terminaban enviando a Raygun para este evento inaugural, mientras otros expresaban sus dudas sobre la inclusión del breaking en las Olimpíadas.
Justamente fueron los australianos quienes parecen sentirse más afectados negativamente por la actuación de Rachael Gunn, y esta semana se lanzó una petición para que “rinda cuentas por conducta poco ética”. Al parecer, algunos creen que la actuación de Gunn ante los jueces de breakdance de París fue una afrenta al equipo olímpico australiano y a la nación en su conjunto. Lo que más ha desconcertado a los críticos es cómo Raygun llegó a encabezar la lista de bailarinas de breakdance en Australia, y comentaristas deportivos australianos se preguntaron por qué enviaron a una bailarina de breakdance a competir si Raygun era lo mejor que tenían que ofrecer.
La petición de Change.org, creada por una cuenta llamada “Alguien que odia la corrupción”, exige medidas inmediatas y responsabilidades en el reciente proceso de selección, poniendo en el punto de mira a la jefa de misión Anna Meares. La petición sostiene que la inclusión de Gunn y el visto bueno a su actuación en los Juegos suscitan serias dudas sobre la integridad de la selección. “Exigimos una disculpa pública de Rachel Gunn y Anna Meares por engañar a la opinión pública australiana e intentar hacer gaslighting al público y socavar los esfuerzos de los auténticos atletas”, reza la enérgica petición.
“También pedimos una investigación exhaustiva del proceso de selección, una auditoría de los negocios de la Dra. Gunn y una disculpa pública global a la comunidad del breaking por el comportamiento poco ético que ha manchado este deporte. La falta de ética y moral de Rachel Gunn plantea serias dudas sobre su idoneidad para enseñar y ocupar cualquier puesto de autoridad en el deporte o la universidad. Australia debe hacer algo mejor por sus atletas y garantizar que los principios de equidad, transparencia e integridad se mantengan en todos los aspectos de la selección olímpica”.
Aunque la petición ha tenido el apoyo de decenas de miles de personas, también ha generado críticas por la falta de pruebas concretas que respalden las acusaciones. Algunos usuarios han señalado que gran parte de la información parece provenir de rumores o fuentes no verificadas. En todo caso, el primer ministro australiano, Anthony Albanese, restó importancia a la polémica, elogiando a Raygun “por su entusiasmo y por encarnar el espíritu olímpico”, independientemente de sus resultados en la competición: fue eliminada tras perder sus tres combates con un rotundo 18-0 en cada uno.
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