Los 30 mejores albums del 2022

Una vez más, el mundo allá afuera sigue sintiéndose como una película distópica, hasta que recordamos que ese futuro lejano ya nos muerde los pies. Así que como siempre, lo más que podemos hacer es subir el volumen, pues al menos la música fue siempre y constantemente de primera categoría. Además, sentimos como que se ha producido más música que nunca, así que les pedimos perdón por adelantado si se nos escaparon algunos de esta lista injustamente.
Para nuestra selección de los mejores 30 álbumes del 2022, nos centramos en los discos más atrevidos, los más estimulantes, los que permanecieron. Después de otro año de mierda infinita, tenemos la oportunidad de hacer tabula rasa y de pensar el mundo de nuevo. Por ello, estas 30 producciones nos dieron esperanza, ganas de mover el cuerpo, nos hicieron llorar y sentirnos más vivos que nunca. Así que salud y gracias por la música.
30. Dry Cleaning, Stumpwork

Dry Cleaning son conocidos por destacar en una escena post-punk algo abarrotada. Esto se debe principalmente a su vocalista, Florence Shaw, que convierte las observaciones de su álbum en narraciones llenas de contenido. El tema Gary Ashby, sobre una tortuga errante, es uno de los más destacados de su segundo álbum, Stumpwork, que marca un camino en ascenso para esta banda originaria del sur de Londres. Que no te desanime la portada.
29. Wet Leg, Wet Leg

Si pudiéramos convertir una volteada de ojos llena de ironía por arte de magia en un álbum, entonces el álbum debut homónimo del dúo de la Isla de Wight conformado por Rhian Teasdale y Hester Chambers es muy posiblemente lo que acabaría siendo. El single 2021 de la pareja, Chaise Longue, con guiños sardónicos a Mean Girls y referencias a madres preocupadas, les valió la fama en TikTok, pero su disco completo tiene un sonido nostálgico que parece que podría haber salido del indie rock de principios de los años ochenta. Angelica y I Don’t Wanna Go Out dan al álbum un momento perfecto, con la primera contando la historia de una fiesta que se arruina mientras los acordes de guitarra descienden hacia la locura, seguida de un himno misántropo para quedarse en casa, lamentando tener “casi 28 años todavía emborrachándome”.
28. Noah Cyrus, The Hardest Part

The Hardest Part fue una modesta oferta de 10 canciones folk, al borde del alt-country y en donde Cyrus dejó de manifiesto su habilidad para tejer profundas emociones en su música, lo que confiere al álbum un peso superior al de su edad. El disco tiene una sinceridad desgarradora, un dueto impresionante y una orquestación simplista, que la sitúan como protagonista de su propia historia de una forma que resulta refrescante y desgarradora a partes iguales. Las alusiones al complicado divorcio de sus padres y las canciones sobre la muerte le dan un tono sombrío. Escribe sobre estos temas de un modo que hace que te sientas visto y que el dolor sea más llevadero.
27. Omar Apollo, Ivory

Influenciado en gran medida por su herencia mexicano-estadounidense, Omar Apollo mezcla tanto el español como el inglés en Ivory para un disco de pop debut refinado y progresivo. Apollo oscila entre los sonidos acústicos y los electrónicos influenciados por el R&B, y su voz es siempre fuerte, alternando entre su falsete y estilos más apagados o distorsionados. Ivory ofrece a Omar Apollo la plataforma más completa para mostrar sus composiciones, su destreza vocal y los estilos musicales convergentes que le influyen. Además, nos da un regalo increíble con el tema Evergreen, que va a estar en nuestra playlist de favoritas por un buen tiempo.
26. Girlpool, Forgiveness

Forgiveness es el impresionante cuarto álbum del dúo de Los Ángeles, Girlpool, y su último tras el anuncio de su separación en agosto. Después de abrir con un golpe de efecto de la programación de batería glitchy en Nothing Gives Me Pleasure y los ásperos sonidos industriales de Lie Love Lullaby, el disco se asienta en una colección cuidadosamente equilibrada de electrónica texturizada y folk-pop de autor. Ese equilibrio, es justamente lo que hace esta producción tan buena, y nos entristece un poco saber que no escucharemos más a esta banda.
25. 070 Shake, You Can’t Kill Me

El segundo álbum de 070 Shake es una experiencia estremecedora de principio a fin. La huella dactilar de Mike Dean está presente en todo el álbum; sus sintetizadores de ensueño y su batería contundente, combinados con las historias de amor de Shake, crean un embriagador viaje de 49 minutos a una realidad alternativa. La artista brilla más en temas como Skin and Bones y Body, donde sus interpretaciones vocales añaden otra dimensión a un arreglo de sintetizadores ya de por sí de otro mundo. You Can’t Kill Me es eufórico, oscuro, encantador y cinematográfico al mismo tiempo, lo que lo convierte en un hermoso disco, y uno de los mejores del año.
24. Julia Jacklin, PRE PLEASURE

Puede que el tercer álbum de la cantautora australiana Julia Jacklin, PRE PLEASURE, se haya publicado al final del verano, pero es perfecto para escuchar cuando caen las noches. Un rock evocador, a veces pesado y a veces etéreo, subraya los vulnerables lamentos sobre el pasado, el desamor y, como sugiere el título, su propio cuerpo. Coproducido por Marcus Paquin, aunque introspectivo y crudo, el álbum es más estado de ánimo que historia en algunas partes, lo que en todo caso solo contribuye a su maravilloso efecto.
23. Björk, Fossora

Para el décimo álbum de estudio de Björk, la artista se fue a sus raíces, literalmente, inspirándose en la tierra bajo sus pies. Fossora — traducido como “la que cava”— desentrañó las perturbadoras capas de crecimiento que la artista había desplegado a lo largo de los últimos 45 años. Es un disco que late con un pulso biológico afincado en la red de micelio de los hongos, en clarinetes inesperados y en electrónica sutil que celebra el poder matriarcal con guiños tanto a su hija como a su madre. Una vez más, con Fossora, Björk reafirmó las posibilidades ilimitadas del pop experimental.
22. The Weeknd, Dawn FM

Este álbum toca todo, desde música house hasta disco-pop de los 80 y su distintivo sonido R&B, y cuenta con artistas como Jim Carrey, Calvin Harris, Lil Wayne y Tyler, The Creator. Dawn FM es un álbum completo en una época en la que muchos artistas lanzan colecciones de singles que se pueden escuchar, escuchar en streaming y ver en TikTok de forma independiente. Conducido por un Jim Carrey de voz sensual, Dawn FM es una emisión de radio de un futuro cercano que funciona mejor en su conjunto. Take My Breath golpea fuerte y rápido, con un brillo a lo Daft Punk entre un puñado de temas de club. Out of Time y Here We Go… Again ofrecen un descanso a mitad del álbum de los sintetizadores con baladas neo-R&B anhelantes. La angustia continúa en la segunda mitad de Dawn FM, equilibrando el drama con funk inteligente y melancolía, como una fiesta de baile bañada en neón en tiempos oscuros
21. Rosalía, MOTOMAMI

En este álbum, la sensación mundial Rosalía decidió aventurarse fuera de las melodías inspiradas en el flamenco y los ritmos de reggaetón de su trabajo anterior. En sencillos como LA FAMA, explora la bachata, mientras que piezas como SAOKO y CHICKEN TERIYAKI se leen como pop, y CANDY muestra su melodiosa voz en una súplica romántica. De hecho, la propia Rosalía citó todo tipo de géneros como su inspiración para este álbum, incluidos el dembow, el rap y la champeta, y la ejecución de su visión ha demostrado su capacidad de salir de su zona de confort y lograr el éxito al hacerlo.
20. Angel Olsen, Big Time

Esta colección de 10 conmovedoras canciones con influencias country recuerdan a todo, desde la obra maestra de Dusty Springfield, Dusty in Memphis, pasando por Tammy Wynette y Lucinda Williams; pero en el centro de todo ello están las elevadas canciones de Olsen y su voz cristalina y versátil. Es un ejercicio de realidad sonora dirigido por el productor y músico Jonathan Wilson, que ha trabajado mucho con Lana Del Rey y Father John Misty. También es un libro de memorias sobre la salida del armario, la pandemia y el duelo de Olsen por sus padres, quienes que murieron con pocos meses de diferencia en 2021, sin tratar explícitamente, ninguna de esas cosas.
19. Stromae, Multitude

Sin duda, el regreso de Stromae fue uno de los lanzamientos discográficos más esperados de este año 2022: 12 años después de Cheese y nueve después de Racine Carrée, el belga marcó su regreso con un nuevo y tercer opus llamado Multitude, una colección compleja de temas con un paisaje musical rico y seductor, moderno pero que le hace un chapeau a la historia musical mundial. Desde la cumbia de Santé hasta ek drama electrónico de L’enfer, en donde confesaba sentir pensamientos suicidas, Stromae demostró una vez más por qué es uno de los artistas en francés más queridos alrdedor del mundo.
18. Soccer Mommy, Sometimes, Forever

En sus dos álbumes anteriores, Soccer Mommy creó canciones de indie-rock con un sonido y una forma distintivos que a veces corrían el riesgo de ser predecibles. Puede que ella pensara lo mismo, porque para Sometimes, Forever eligió como colaborador al experto en música electrónica Oneohtrix Point Never: el resultado es como un álbum de remezclas que prescinde del disco original: Aquí, sus canciones relativamente sencillas tienen ecos inquietantes y rincones oscuros, como si estuvieran siendo interpretadas en el mundo al revés de Stranger Things, con Allison danci un paso audaz que le ha salido mejor de lo que jamás habríamos esperado.
17. Florence + The Machine, Dance Fever

En Dance Fever, Florence Welch creó otro LP que mira al pasado para celebrar el futuro. Welch se corona a sí misma como Rey en el comienzo del álbum después de negar su papel de madre y novia. Después del tercer estribillo, los ritmos empujan al principio y luego se calman por un momento antes de que se lance a vocalizar durante 40 segundos. Increíble. A lo largo del álbum, elabora historias profusas y alegóricas que podrían interpretarse como poesía hablada, y para enriquecer aún más el material, sus habilidades vocales son otra fuerza a tener en cuenta, ya que canta y susurra, armoniza y zumba en el micrófono. Otro clásico.
16. Alvvays, Blue Rev

Quizás el disco más obvio de esta lista sea Blue Rev, el primer álbum de los abanderados del dream-pop canadiense, Alvvays. Mientras que los álbumes anteriores de la banda de Toronto parecían gemas preciosas que la banda desenterraba completamente formadas y colocaba en pedestales con cuidado, Blue Rev parece más como si estuviéramos entrando en su mundo y excavando junto a ellos. Las melodías vocales de Molly Rankin se superponen a texturas de sintetizador y guitarra más convincentes y espontáneas que cualquiera de las creadas por la banda, con el productor Shawn Everett ayudando a deformar el sonido de Alvvays en formas emocionantes.
15. Weyes Blood, And In The Darkness, Hearts Aglow

El quinto disco de Natalie Mering es el segundo capítulo de una trilogía que comenzó con Titanic Rising, de 2019, y su cuarto álbum como Weyes Blood. El álbum se abre con Mering en una fiesta, rodeada de gente y, sin embargo, se siente invisible. ¿Alguna de estas personas la conoce realmente? Los temas posteriores del disco no son más alegres (piensa: tecnología, capitalismo, narcisismo), pero son preguntas relacionables sobre nuestro mundo roto, ambientadas con sublimes sonidos etéreos en God Turn Me Into a Flower y A Given Thing.
14. Kendrick Lamar, Mr. Morale and The Big Steppers

Kendrick Lamar es otro de esos artistas que parecen desaparecer durante algunos años antes de reaparecer repentinamente con un álbum lleno de obras maestras. En mayo, nos bendijo a todos con un álbum sincero e introspectivo en el que Lamar analizó detenidamente la sociedad estadounidense en la política, y a sí mismo, criticando su propia homofobia y misoginia en piezas como Auntie Diaries y explorando conmovedoramente una relación tóxica en la canción We Cry Together, que es parte de una parodia y parte de una canción. A menudo etiquetado como la voz de nuestra generación, este disco es un alegato para que el rapero se ponga a sí mismo en primer lugar, ya que apenas está comprendiendo su propia historia y cómo seguir adelante.
13. Big Thief, Dragon New Warm Mountain I Believe In You

Dragon New Warm Mountain I Believe in You reúne todo aquello por lo que Big Thief son conocidos actualmente: arreglos impecables, interpretaciones ajustadas y emotividad urgente en un monstruo de canciones estelares. Aunque dura unos 80 minutos, de alguna manera todo pasa volando como una brisa. Canciones folk como Change o Certainty dan paso Time Escaping o al ambiente cristalino de la canción que da título al disco. En algunas canciones, encarnaciones anteriores del grupo resurgen como recuerdos desvanecidos; en otras, la banda se siente totalmente transformada, rejuvenecida. A lo largo de todo ello, oscilan entre estilos con confianza sin traicionar su esencia.
12. Harry Styles, Harry’s House

El largamente esperado lanzamiento de Harry Styles llegó en mayo en forma de Harry’s House, una respuesta melancólica a una vida que simplemente va bastante bien. El resultado es un disco sorprendentemente humilde, con una acogedora domesticidad hilvanada a través de canciones sobre la comodidad del amor una vez que la luna de miel ha terminado. Inspirado en la música folk, el synthpop y el funk, Harry’s House tiene algo inherentemente nostálgico. Da la sensación de estar escuchando a alguien que sale de un periodo de tiempo que no esperaba vivir y que se las arregla para aceptarlo.
11. FKA Twigs, CAPRISONGS

Cuando te pregunten si una mixtape puede ser perfecta, solo hay que dar como ejemplo este álbum. Si bien FKA twigs ha sido conocida hasta ahora por su voz sensual y susurrante, personificada en su éxito Two Weeks de 2014, en CAPRISONGS nos muestra cuán versátil es su distintiva voz de soprano, incorporando dancehall, hip hop, neo soul y ritmos de sintetizador electrizantes a lo largo del álbum. Su sexualidad vengativa es a la vez audaz y vulnerable en estas pistas, sin importar si canta sola o con su impresionante elenco de colaboradores como The Weeknd, Pa Salieu y Daniel Caesar.
10. Bad Bunny, Un Verano Sin Ti

La superestrella puertorriqueña Bad Bunny nunca pierde el ritmo, y en Un Verano Sin Ti se las arregla para ofrecer el atractivo constante que sus fanáticos esperan de él y lanzar contenido completamente original y socialmente relevante que puede convertir a cualquier oyente casual en un fan. Entrelazando impecablemente éxitos como Tití Me Preguntó junto con condenas de la misoginia como Andrea, Benito logró en el 2022 ser una estrella global imbatible con un flow irresistible.
9. Perfume Genius, Ugly Season

Michael Hadreas siempre ha demostrado ser un letrista y compositor dotado, a la vez testarudo e imposiblemente frágil, que sabe cómo contar historias llenas de tragedia, teatro e incluso una pizca de humor. En Ugly Season, sin embargo, desaparecen sus gritos de soledad y sus ingeniosos desmontajes del establishment heterosexual que embellecieron la génesis de su carrera: en su lugar, hay enigmáticas reflexiones sobre el dolor, temas que superan los ocho minutos de duración y extraños arreglos cosidos en un Frankenstein de fantasmagóricas armonías que son tan hermosos como hechizantes.
8. Yeah Yeah Yeahs, Cool It Down

Casi una década después de su anterior álbum Mosquito, Cool It Down volvió a encontrar a Karen O y sus compañeros en un mundo plagado de crisis medioambientales y desesperación general. En respuesta, los Yeah Yeah Yeahs hicieron su disco de mayor sonido hasta la fecha: uno que capturaba la magnitud de la vida moderna, pero a través de grandes mensajes de esperanza, y miedo, siempre dejando espacio para el boogie ocasional. Si bien para muchos este tipo de comebacks suelen estar más alimentados por la nostalgia que por la fuerza, los YYYs probaron que aún les queda mucha gasolina en el tanque.
7. Arctic Monkeys, The Car

Tras una electrizante serie de conciertos comeback y un prometedor single, There’d Better Be a Mirrorball, la banda de rock de Sheffield Arctic Monkeys lanzó su gran regreso en formato álbum. La banda publicó su séptimo opus, The Car, el 21 de octubre, que demostró estar en la misma línea melódica y orquestada que su anterior disco, el aventurero Tranquility Base Hotel + Casino (2018). Producido por el músico inglés James Ford, que ya ha trabajado con Kylie Minogue, Florence + the Machine y Depeche Mode, el álbum coquetea con el pop psicodélico de los 70 que con los furiosos comienzos de Arctic Monkeys, y nos ofrece una experiencia orquestal y cinemática dirigida por Alex Turner.
6. Pusha T, It’s Almost Dry

Hace cuatro años, Pusha T alcanzó nuevas alturas con su álbum Daytona, aclamado por la crítica. Su continuación, y su cuarto álbum de estudio hasta la fecha, It’s Almost Dry, volvió a poner el listón muy alto, combinándose con los productores Ye y Pharrell Williams para crear un disco creativo y conmovedor, vulnerable y discreto. A Pusha no le importa que la cultura haya cambiado: solo le importa su sonido, y It’s Almost Dry se siente puro y totalmente potente.
5. The 1975, Being Funny In a Foreign Language

The 1975 es un grupo divisivo: o te encantan o los odias. En su nuevo álbum, el polarizador Matty Healy está en plena forma y entrelaza letras románticas con observaciones modernas que parecen sacadas directamente de tu cuenta de Twitter. Being Funny in a Foreign Language evoca el disco original del grupo, y mantiene el mismo sonido bailable de sintetizador ochentero e indie-rock, pero cambia la angustia romántica adolescente por un mensaje cliché pero esperanzador sobre el amor. En la era de las aplicaciones de citas y de los mensajes de texto, Being Funny In a Foreign Language anima a la presencia física: Levanta la vista de la pantalla y vive el momento.
4. Steve Lacy, Gemini Rights

Cuando algunas personas piensan en Gemini Rights de Steve Lacy, su mente se dirige inmediatamente a su exitoso single Bad Habit, pero este proyecto es mucho más que sus éxitos comerciales. Fiel a la propensión de un Géminis a hacer malabarismos con una variedad de pasiones e intereses, el proyecto de 10 pistas de Steve Lacy juega con una variedad de sonidos que van del rock al funk y del R&B al jazz. Es una divertida jam session veraniega que también profundiza en las relaciones, el desamor y la identidad. Aunque hay mucha complejidad en su producción compositiva, la música en sí (y la composición de las canciones en particular) es tan sencilla que llega a un público diverso.
3. Beach House, Once Twice Melody

Once Twice Melody de Beach House triunfa donde otros álbumes de su duración fracasan: muestra todo lo que Beach House hace bien y es un testimonio de su increíble capacidad de permanencia y de su constante perfeccionamiento de su sonido. Hay quien dice que Beach House nunca cambian, pero es una opinión superficial. La agrupación que escuchamos en Once Twice Melody es un grupo muy diferente del que hizo Devotion y Teen Dream. Los cambios se producen sutilmente y suelen ser demasiado pequeños para notarlos de un álbum a otro. El dúo siempre está retocando los bordes de su universo sonoro, volviéndose más oscuro, extraño, sutil y expansivo. En Once Twice Melody hacen todo eso, y la recompensa es enorme.
2. Sudan Archives, Natural Brown Prom Queen

Sudan Archives, AKA Brittany Parks, es una fuerza de la naturaleza musical de 28 años originaria de Cincinnati, Ohio, pero ahora afincada en Los Ángeles. Natural Brown Prom Queen fue su segundo álbum, y lo cierto es que escucharlo fue una montaña rusa: es salvaje, frenético, original, caótico, con una energía ridícula, un concepto elevado, totalmente individual, ambicioso y, sobre todo, muy divertido. Fusiona pop, R&B, hip hop, dance, sonidos de los 90, principios de los 00, contemporáneos… y quizás incluso del futuro. Atravesando una multitud de estados de ánimo, este álbum es un mero atisbo de una artista con una gama aparentemente infinita.
1. Beyoncé, RENAISSANCE

En su primer álbum de estudio desde el icónico Lemonade de 2016, Beyoncé marcó la pauta para el verano con el lanzamiento del mejor disco del año con RENAISSANCE. El mundo le dio la bienvenida a la producción con el sencillo Break My Soul, que instantáneamente cautivó a todos con sus nostálgicos ritmos house y su pegadiza referencia a Show Me Love de Robin S. de 1993, así como con un sampleo de Explode de Big Freedia de 2014. El resto del álbum se lanzó el 29 de julio y sigue el ejemplo de su single principal con sus ritmos infecciosos, elevando los ritmos que popularizó la comunidad LGBTQI+ en los años 70, 80 y 90: Hay odas a la música disco, house, garage y dancehall, con los pioneros negros y queer de la escena de club en primer plano a través de sampleos y homenajes obvios. Más parecido a una mezcla de DJ que a un álbum, en el que todas las canciones se mezclan a la perfección, es un deslumbrante homenaje al hedonismo y el desenfreno
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