La DJ Barbara Butch realiza denuncia policial en Francia tras recibir amenazas de muerte y violación por opening de París 2024

Barbara Buch, la artista drag que protagonizó uno de los segmentos más comentados de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París, y que provocó la indignación de la derecha por “burlarse” de la Última Cena, informó el día de hoy a través de su abogada, Audrey Msellati, que había sido objeto de amenazas de muerte, antisemitismo y gordofobia y que estaba planeando demandar a las personas que la habían atacado.
“Desde la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de París 2024, la artista, DJ y activista Barbara Butch ha sido objeto de una campaña extremadamente violenta de ciberacoso y difamación”, rezaba un comunicado de su abogado. “Ha sido amenazada de muerte, tortura y violación, y también ha sido objeto de numerosos insultos antisemitas, homófobos, sexistas y gordofóbicos. Barbara Butch condena este odio vil dirigido contra ella, lo que representa y lo que defiende”. El comunicado finalizaba: “Hoy presenta varias denuncias contra estos actos, cometidos por franceses o extranjeros, y tiene la intención de perseguir a cualquiera que intente intimidarla en el futuro”.
Butch añadió en su Instagram en un post ya borrado: “Toda mi vida me he negado a ser una víctima: No permaneceré en silencio. No tengo miedo de los que se esconden detrás de una pantalla, o un seudónimo, para vomitar su odio y sus frustraciones”. Butch es activista lesbiana y fue jurado invitada en Drag Race France. Criada en el seno de una familia judía en París, se ha pronunciado contra el antisemitismo y ha hablado de su objetivo de toda la vida de honrar a los miembros de su familia que murieron en el Holocausto. “Soy lesbiana gorda, judía y queer, y estoy muy orgullosa de todas mis identidades, porque hacen de mí lo que soy ahora como ser humano”, declaró a la revista Attitude en 2023. “Toda la violencia y la negatividad que he experimentado, puedo convertirlas en algo más grande para ayudar a otros a seguir adelante con mucho amor”.
Según la agencia Associated Press, la Fiscalía de París confirmó que había recibido la denuncia de Butch y encargó la investigación a una unidad policial especializada en la lucha contra los delitos motivados por el odio. La investigación policial se centrará en “los mensajes discriminatorios basados en la religión o la orientación sexual que se le enviaron o se publicaron en Internet”. Aunque el director artístico de la ceremonia, Thomas Jolly, ha dicho en repetidas ocasiones que el performance no se inspiró en La Última Cena, los críticos de derecha interpretaron parte del espectáculo protagonizado por Butch como una burla del cuadro de Leonardo Da Vinci que muestra a Jesucristo y sus apóstoles.
El programa suscitó quejas de grupos cristianos y de destacados conservadores, como Elon Musk y Donald Trump Jr., quien acusó a la inauguración de ser “aparentemente satánica” y de “utilizar los juegos para impulsar la ideología woke”. Una portavoz de los Juegos Olímpicos, Anne Descamps, dijo a los periodistas después de la ceremonia que “nunca hubo intención de faltar al respeto a ningún grupo religioso y que si la gente se ha sentido ofendida lo sentimos, por supuesto, muchísimo”. Los propios artistas, sin embargo, no han mostrado ningún interés en disculparse: Nicky Doll, una drag queen que actuó como portadora de la antorcha y en el controvertido segmento, publicó en Instagram: “La ceremonia de apertura levantó algunas plumas… y me ENCANTA. ¿Saben por qué? Porque los Juegos Olímpicos son el mayor escenario del mundo y las personas queer siempre hemos sido el público de la vida y los logros de otras personas, y ya es hora de que seamos bienvenidos en ese espacio”.
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