
Fauna Primavera: No tiene sentido encapsular las emociones
Pop psicodélico, rock con sello femenino, electrónica experimental brasileña, espumantes preparados, electropop chileno probado, sabor latino, hardcore, moshpits, piscolas, whisky, melancolía a rabiar, trances, beats más infinitos que las filas para comer y techno para un cierre épico. Fauna Primavera destacó en su octava edición por contar – a debate – con su cartel más ambicioso hasta aquí. También se cayó feo en la logística y agotó las energías de sus doce mil asistentes con 16 horas de música ininterrumpida y mor.bo recorriendo Espacio Broadway.
Tras las presentaciones de Barbagallo y Playa Gótica en los escenarios principales, el neozelandés Connan Mockasin tomó las riendas de la Vans Stage con la misión de repasar cada uno de sus álbumes en un tiempo más que reducido, aunque suficiente para sentar las bases de su propuesta neo-psicodélica entre los asistentes, que se repartían entre especialistas del género y los que decidieron llegar temprano y se llevaron la grata sorpresa de una ejecución cuidadosa, sin margen de error y con espacio para la innovación. Forever Dolphin Love y I’m the Man, That Will Find You aceleraron las gargantas de quienes veían a Connan molesto por el tiempo a su disposición, pero feliz de compartir todo lo que le pidiesen. Lying Has To Stop, de su primera placa, fue el presente solicitado por los fans y jamás estuvo en discusión su presencia en el set final. La sutileza de la voz del nacido en Te Awanga amalgamó con los sonidos placenteros de las guitarras en modo lo-fi y quedó la sensación de que su estreno en Chile en solitario, en un formato íntimo, es una necesidad.

Fauna Primavera 2018 . Fotografía: Lukas Cruzat x mor.bo

Connan Mockasin @ Fauna Primavera. Fotografía: Lukas Cruzat x mor.bo

Connan Mockasin @ Fauna Primavera. Fotografía: Lukas Cruzat x mor.bo

Connan Mockasin @ Fauna Primavera. Fotografía: Lukas Cruzat x mor.bo

Connan Mockasin @ Fauna Primavera. Fotografía: Lukas Cruzat x mor.bo
El punto que le restó precisión al oceánico fue el viento y este remeció de igual manera a Warpaint, el cuarteto que acaparó a los que bregaban con un sol que comenzaba a dar tregua. Pero se impusieron e hicieron la experiencia más amigable con lo mejor de sus tres álbumes, que disfrutaron de una repartija cuasi equitativa entre la lista de canciones, tal y como pasaba con las protagonistas (Emily Kokal, Jenny Lee Lindberg y Theresa Wayman en las voces, bajo y guitarras junto a Stella Mozgawa en la batería), a quienes no les primaba el ego entre su mixtura de canciones lentas y rápidas. Las californianas triunfaron en su debut en Chile avisando que “amar es para morir y bailar. ¿Por qué no mueres y bailas?”, en su aplaudidísima Love Is To Die. Indie para considerar y para acaparar adeptos.

Warpaint @ Fauna Primavera. Fotografía: Lukas Cruzat x mor.bo

Warpaint @ Fauna Primavera. Fotografía: Lukas Cruzat x mor.bo

Gus Dapperton @ Fauna Primavera. Fotografía: Lukas Cruzat x mor.bo

Gus Dapperton @ Fauna Primavera. Fotografía: Lukas Cruzat x mor.bo
Si había duda alguna de que las mujeres se habían tomado el festival, Javiera Mena y Nathy Peluso las despejaron. La chilena, de la mano una Sincronía, pegaso que cumple con su apego para con el teclado, que le permite ofrecer un show de electropop en el que sus cortos están abiertos a ser extendidos al ritmo de beats repetitivos. Eso sí, sus esfuerzos se concentraron en el repaso de Espejo, la razón de su invitación al Espacio Broadway, que la hizo dar otro paso adelante si se habla de conexión con su gente. Primó el respeto y la cancha se llenó por ella. La argentina, ciudadana del mundo, rompió la calma y convirtió la Red Bull Music Stage en una pista de desquite en contra de lo establecido como “correcto” y además una donde se bailaba salsa, jazz y blues mientras emergían ritmos más raperos y movimientos sensuales.

Javiera Mena @ Fauna Primavera. Fotografía: Mila Belén x mor.bo

Javiera Mena @ Fauna Primavera. Fotografía: Mila Belén x mor.bo

Bronko Yotte @ Fauna Primavera. Fotografía: Mila Belén x mor.bo
Peluso, que arrancó fuerte con Hot Butter, le declaró su amor a Chile y decidió que era prudente invocar a sus referentes y a esos “sonidos ricos” que, según sus palabras, están ahí para aprovecharlos. Así, interpretó Bang Bang (My Baby Shot Me Down) de Nancy Sinatra y Tuyo de Rodrigo Amarante, aunque por algo en la portada de La Sandunguera hay una lágrima: Gimme Somme Pizza y Estoy Triste alcanzaron fuertes niveles de emotividad y, como si estuviese secándose los ojos, la artista terminó saltando con todos al ritmo de Corashe, la intervención más radial de su maratónica carrera. Una reina sobre el escenario, que solo dejó un asterisco: tenía tan poco tiempo y desapareció por largos minutos en los que los músicos debieron salvar el ambiente. Hasta sonó, en guitarra, el beat de arranque de The Next Episode, original de Snoop Dogg, Dr. Dre, Kurupt y Nate Dogg. De igual manera el “Nathy, Nathy, Nathy” se coreó al unísono mientras quien se desliga del trap y se siente conectada con la vanguardia latina se retiraba de escena, lista para seguir rescatando elementos para crear más arte entre sus viajes de extremo a extremo.

Nathy Peluso @ Fauna Primavera. Fotografía: Mila Belén x mor.bo

Nathy Peluso @ Fauna Primavera. Fotografía: Mila Belén x mor.bo

Nathy Peluso @ Fauna Primavera. Fotografía: Mila Belén x mor.bo
De regreso en los escenarios principales por la imposibilidad de conseguir comida (¡en un evento de 12 mil personas no pueden haber cuatro foodtrucks colapsados con filas de una hora!), emergió el rock, en todas sus facetas y con referentes del género. Built to Spill tiró encima sus 26 años de carrera como pioneros del indie desde Idaho y los riffs y la voz de Doug Martsch consiguieron la ovación por su calidad e intensidad reflejada, por ejemplo, en The Plan, situación que repitió la presentación de At the Drive-In, en el que el desenfreno se tomó pequeñas pausas pero reinó con un Cedric Bixler-Zavala alentando los moshpits y odiando al drone que lo filmaba a la vez que sus agudos cercanos a la música heavy retumbaban en todo el recinto, junto a su afro. Bixler, al lado de Omar Rodríguez-López, el guitarrista, ya había saldado la deuda con el territorio en la noche anterior. En el Fauna no hicieron más que explotar su vasto repertorio post-hardcore con tintes punk y emo. Atronadores.

Built To Spill @ Fauna Primavera. Fotografía: Mila Belén x mor.bo

Built To Spill @ Fauna Primavera. Fotografía: Mila Belén x mor.bo

At The Drive-In @ Fauna Primavera. Fotografía: Mila Belén x mor.bo
De los noventa a la primera parte de dos mil. Death Cab For Cutie, de similar sonido pero con más éxito comercial que Built to Spill, usó a Plans, su publicación de 2005 plagada de hits que le valió nominaciones a los Grammy Awards y a los MTV Video Music Awards, como la llave para promocionar Thank You for Today, la novena producción que tuvo su estreno en el aniversario 20 de la historia de la banda. Por lo mismo los picos de la hora y media fueron, como se esperaba, Crooked Teeth, I Will Follow You Into the Dark y Soul Meets Body. Un karaoke total gracias a otros que se saben referentes del rock alternativo del siglo 21.

Death Cab For Cutie @ Fauna Primavera. Fotografía: Mila Belén x mor.bo

Death Cab For Cutie @ Fauna Primavera. Fotografía: Mila Belén x mor.bo

Death Cab For Cutie @ Fauna Primavera. Fotografía: Lukas Cruzat x mor.bo

Death Cab For Cutie @ Fauna Primavera. Fotografía: Lukas Cruzat x mor.bo
MGMT. Capítulo tres. El más pasional, personal y sincero. El menos comercial.
Andrew VanWyngarden y Ben Goldwasser aterrizaron desde su nave, otra vez en Santiago, para contar una historia absolutamente nueva. La de Little Dark Age, que deja en el tintero a los dos discos anteriores, con la salvedad de piezas que lucen indispensables: Alien Days, la carta de presentación que suma figuras difusas en las pantallas que son lo único que brillan en escena, y Siberian Breaks, la inyección de épica de doce minutos que toca las fibras más sensibles por su multiplicidad de caminos. El resto le pertenece al arsenal de hits del Oracular Spectacular y una promoción sobria pero que no le resulta ajena a nadie.

MGMT @ Fauna Primavera. Fotografía: Mila Belén x mor.bo

MGMT @ Fauna Primavera. Fotografía: Lukas Cruzat x mor.bo

MGMT @ Fauna Primavera. Fotografía: Lukas Cruzat x mor.bo
Es que no había quién no se supiera Electric Feel, Kids o Time to Pretend, Weekend Wars cada día suena más completa y When You Die nació siendo un himno del desamor. Go fuck yourself. You heard me right. Don’t call me nice again. Don’t you have somewhere to be at seven thirty? Baby, I’m ready, I’m ready, ready, ready to blow my brains out. You die and words won’t do anything. It’s permanently night and I won’t feel anything: we’ll all be laughing with you when you die. Oscuro, pensando que el fin es la solución y todo en medio de dos voces que juntas son dinamita y que se desgarran suturando heridas, abriendo otras y, como siempre ha sido su actuar, con libertad absoluta para los sintetizadores. No todos se quisieron hacer parte de la ópera psicodélica hasta el término y los que alucinaron con TSLAMP hasta que las luces se apagaron por completo tuvieron que acomodarse en Lorde por detrás y los costados.

MGMT @ Fauna Primavera. Fotografía: Mila Belén x mor.bo

MGMT @ Fauna Primavera. Fotografía: Mila Belén x mor.bo

MGMT @ Fauna Primavera. Fotografía: Lukas Cruzat x mor.bo
Los fanáticos del Melodrama estaban en el lugar indicado. La neozelandesa interpretó su segunda aventura en el estudio de manera íntegra y la comunión escenario-cancha fue total: cada canción era una declaración de principios de la artista, que niega ser una estrella del pop pero impacta a tal punto de que no hubo indiferencias en ninguno de los 75 minutos que duró una presentación madura que recorrió sus penas más profundas. Le dedicó The Louvre a esos crushes que se demoran en contestar, se sentó para ofrecer la escalofriante Writer in The Dark, que narra el final de una historia de amor que la ilusionó. Ella Marija Lani Yelich-O’Connor, su nombre de nacimiento en Auckland, asegura en la letra que lo amará hasta que se le acabe la respiración y hasta que él llame a la policía, pero que en sus horas más negras se encontró con el poder secreto de tener la certeza de que encontrará la forma para estar bien sin él.

Lorde @ Fauna Primavera. Fotografía: Lukas Cruzat x mor.bo

Lorde @ Fauna Primavera. Fotografía: Lukas Cruzat x mor.bo

Lorde @ Fauna Primavera. Fotografía: Lukas Cruzat x mor.bo
La pasión se consolidó con una voz fuerte y todavía en mutación. Tal vez por eso se sintió más cómoda repasando toda su última creación y encajando, en puestos más secundarios, a los hits que la llevaron al reconocimiento mundial: Royals, Team, Ribs, Buzzcut Season y Tennis Court fueron las elegidas del Pure Heroine. En esa época, ni más ni menos, tocó en el Lollapalooza Chile y apenas tenía 17. El recuerdo de ese día fue parte de sus agradecimientos. Estaba muy sorprendida de que los seguidores la acompañaran al hotel para mostrarle cariño, y se aprovechó de ese amor en conjunto para demostrar su comodidad en cada instante. Sentirse querido nunca suena mal. Hasta le cantaron el cumpleaños 22 con cuatro días de desfase.
El espectáculo jugó con las luces, la teatralidad de la artista se reforzó con la presencia de un cuerpo de baile y los músicos quedaron relegados a los rincones, aunque tal y como ella habla de su vínculo con su crush en The Louvre como uno en el que son “los más grandes, ellos nos colgarán en el Louvre, atrás, en el fondo, ¿pero a quién le importa? Todavía es el Louvre”, nada habría sido lo mismo sin el conjunto de teclados y la batería, que en el magnífico cierre a cargo de Green Light propiciaron los saltos de lo que terminó siendo una fiesta de las emociones, con papeles picados y sinceridad. Lorde expuso que no es necesario guardarse eso que sentimos.

Rubio @ Fauna Primavera. Fotografía: Mila Belén x mor.bo

Rubio @ Fauna Primavera. Fotografía: Mila Belén x mor.bo
La electrónica se llevó las últimas energías. Temprano, Selvagem deslumbró con su música disco brasileña, Paul Kalkbrenner dejó en claro por qué es impulsor del techno alemán hace veinte años y Nina Kraviz, junto a sus visuales y sus pasos constantes mientras solo se veía su sombra, los puso a todos a moverse al ritmo de más techno hasta que el reloj alertó: eran las cinco de la mañana y había comenzado el año de espera por otro Fauna Primavera.
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