El último episodio de “The Last of Us” puede ser uno de los mejores del año, con una historia donde el amor nace en medio de la devastación y el horror

Atención: Este post contiene spoilers del tercer episodio de The Last of Us, llamado Long, Long Time.
A estas alturas, para nadie es un secreto que la serie The Last of Us, la adaptación de HBO del galardonado videojuego del mismo nombre, se ha convertido en la primera sensación del año 2023. Bajo la cuidadosa lupa de Craig Mazin y Neil Druckmann, el show nos ha ofrecido hasta ahora un trío de impactantes episodios que tocan temas como una pandemia causada por hongos, el terror de un mundo distópico y desconicido, y el dolor de la pérdida. Sin embargo, el capítulo de ayer, titulado Long, Long Time, nos mostró algo más poderoso: que en medio de la destrucción, el horror y la devastación, siempre hay esperanza de que nazca algo tan hermoso como el amor, y que vale la pena vivir (y morir) por él.
Desde ya, The Last of Us se ganó el honor de haber hecho uno de los mejores episodios de televisión del año. En el tercer capítulo, el show se aleja del videojuego en el que se basa, el mayor cambio narrativo que hemos visto hasta ahora, en una historia de amor elegante, reflexiva y conmovedora, ambientada en una época y un lugar donde nada es dulce ni bello, lo que la hace mucho más dulce y bella. El episodio de ayer nos presentó a Bill (interpretado por Nick Offerman), un experto en supervivencia paranoico pero eficiente quien aprovecha sus alrededores para subsistir tras la pandemia en su casa, quien tras algunos años de existencia solitaria conoce a Frank (Murray Bartlett de The White Lotus), otro hombre de mediana edad que le pide un poco de albergue y comida, y cuyo encuetro termina cambiando sus vidas, pues terminan convirtiéndose en pareja, y permanecen juntos durante unos 16 años, descubriendo que es posible descubrir el amor en las circunstancias más terribles, y permanecer juntos hasta el final, literalmente.
Para Craig Mazin, Bill era alguien que lidiaba con un profundo sentimiento de vergüenza y que se había limitado a lo estrictamente necesario mucho antes de la tragedia de la serie. “Se había cerrado a todo el mundo”, dice Mazin a Vulture. “Un hombre que no solo se había cerrado sexualmente, sino completamente. Todo lo que sabe es cómo mantenerse preservado y solo y, por tanto, a salvo, emocional y físicamente”. Por su parte, Frank necesitaba algo más que lo estrictamente necesario para encontrar sentido a la catástrofe. “Lo que necesitaba es crear belleza y, al hacerlo, empieza a abrir a Bill al mundo”, dice Mazin. “Gran parte de la historia se pregunta qué le ocurre a un tipo como Bill cuando aparece alguien como Frank”. ¿La respuesta? Una historia de amor sensible y hermosa que le da la vuelta a lo que nos imaginamos que debe ser una serie post-apocalíptica. “Quería abrazar la noción de una vida de éxito que termina con la muerte”, dice Mazin. “Era una oportunidad de mostrar cómo puede ser una relación a lo largo del tiempo y dar a la gente la sensación de que las cosas pueden funcionar. Mira, todos acabamos muertos pase lo que pase, pandemia o no, pero puedes llegar al final de tu vida y ser feliz”.
Para Offerman y Bartlett, interpretar a los personajes fue algo único, y ambos sintieron la responsabilidad de asumir la historia. Murray explica a Metro que era de suma importancia destacar la “hermosa conexión” que compartían como personas. “Lees historias o guiones y hay tantas cosas que tienes en cuenta, incluyendo algo como la diversidad y la representación y la importancia y la responsabilidad de eso”, dijo el actor de The White Lotus. “Creo que una de las mejores cosas que se pueden hacer para honrar eso es quitárselo de la cabeza y, afortunadamente, en este caso teníamos un guión maravilloso sobre la historia de amor entre estas dos personas. Te centras en eso, independientemente de todo lo demás, porque creo que eso es lo que hace la representación, la inclusión y la diversidad: la conexión entre las personas. Eso estaba en el guión. Hay una hermosa conexión entre estas dos personas. Espero que tenga una especie de resonancia universal que sea memorable”.
Offerman añadió que uno de los aspectos de The Last of Us que le “encantó” fue que no había visto muchos otros ejemplos de parejas como Bill y Frank. “No he visto mucha televisión, pero en la cultura popular, realmente no he visto representada a esta pareja”, dijo la estrella de Parks and Recreation. “Realmente va un largo camino hacia la defensa del permiso a todos nosotros que si hay otro ser humano se le debe permitir amarse unos a otros, independientemente de cómo encajan en las plantillas convencionales de pareja. Me encanta eso, me encanta la posibilidad narrativa de que estos dos tipos se encuentren y te quedes como: “Oh, qué sorpresa tan maravillosa. No me imaginaba que esto se convertiría en un ‘vamos a enamorarnos'”‘.
The Last of Us continuará transmitiéndose todos los domingos por HBO y HBO Max.
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