Un pequeño equipo de investigadores médicos del Reino Unido y de Estados Unidos descubrió recientemente que una paciente de cáncer podría haber puesto su enfermedad en remisión tomando aceite de cannabis y setas mágicas junto con un tratamiento estándar de quimioterapia. La mujer de 49 años, no identificada, fue diagnosticada de un cáncer mamario en fase cuatro en agosto de 2018. Las exploraciones revelaron que se había extendido a sus huesos, hígado y ganglios linfáticos.

La paciente se sometió a quimioterapia y se le administraron medicamentos de anticuerpos monoclonales, pero también empezó a tratarse con aceite de cannabis, y en noviembre de 2018, tuvo su primera sesión de terapia psicodélica, en la que ingirió hongos mágicos bajo supervisión. En enero de 2019, los exámenes mostraron que su cáncer había desaparecido por completo, sin “ninguna evidencia de enfermedad residual o recurrente”.

La paciente dijo: “Cuando a uno le diagnostican cáncer, los acontecimientos mentales, físicos y emocionales que consumen y desgastan lentamente su humanidad se convierten en una rutina diaria. Todo cambia en un abrir y cerrar de ojos, y de repente la muerte se convierte en tu contrapartida diaria. Es deshumanizante, desmoralizante y simplemente horrible”. Añadió: “El cannabis cambia todo esto. Aliviará el sufrimiento de muchos, como alivió el mío. El cannabis da esperanza. Proporciona ayuda cuando sientes que no puedes seguir adelante. Pude comer. Pude dormir. Las náuseas eran casi inexistentes. Podía funcionar. Podía trabajar. Ya no era esclava de mi enfermedad”.

Los médicos dijeron que este caso ponía de manifiesto que, en la primera fase del tratamiento, “la posibilidad del efecto terapéutico complementario tanto de los psicodélicos como de los cannabinoides en el tratamiento del cáncer de mama metastásico”. Finalmente, la mujer dejó de recibir quimioterapia y siguió consumiendo aceite de cannabis a diario junto con microdosis de hongos mágicos. En septiembre de 2019, las exploraciones mostraron que su cáncer seguía en remisión. La mujer redujo a la mitad su consumo de cannabis y dejó de tomar setas por completo. Permaneció libre de cáncer durante 18 meses, después de lo cual las pruebas realizadas en junio de 2020 revelaron que la enfermedad había regresado.

Tras ello, la mujer volvió a aumentar sus dosis, reinició la quimioterapia y comenzó la radioterapia. Su enfermedad se mantenía estable en su última cita de octubre. Los médicos incluso afirmaron que había indicios de que estaba “retrocediendo” una vez más. El estudio del caso fue publicado por expertos del Imperial College de Londres en la revista Drug Science.

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