David Bowie: un recorrido por las 10 eras esenciales de un ícono irrepetible

Tal día como hoy, la vida de muchos cambió para siempre al conocer la noticia de la partida física e inesperada de una figura única para todos los que alguna vez se consideraron desadaptados, para los que alguna vez soñaron con las estrellas, o para los que cerraban los ojos y pensaban ser alguien más. El camaleónico David Bowie nos dejó más de 40 años de carrera artística en la que todos, absolutamente todos, podemos encontrar con precisión casi matemática el momento en que nos cambió la vida con una canción.
No importa si tu Bowie favorito simulaba sexo oral con la guitarra de Mick Ronson, usaba un parche en el ojo o pretendía ser un extraterrestre frío y solitario. Lo que realmente importaba era derribar los límites de la expresión artística y de lo que era socialmente aceptable, siempre y cuando se cruzara por los territorios más escandalosos del avant-garde para seguir siendo él mismo. Con maquillaje, con arrugas en el rostro o simplemente oculto en la oscuridad, Bowie supo inventarse y reinventarse, como un proyecto en evolución constante que sólo terminó cuando el tiempo lo dispuso.
Hoy recordamos la carrera de esta leyenda a través de sus eras musicales más importantes.
1. De Davy Jones a David Bowie (1962-1969)

Antes de ser David Bowie, el joven David Jones era un aspirante a músico, pero no quería que lo confundieran con el integrante de The Monkees. Ya que siempre se sintió atraído por el nombre Bowie por el nombre de los cuchillos de doble hoja, comenzó a grabar canciones con guitarras acústicas y toques de psicodelia. Su primer álbum homónimo pasó desapercibido cuando lo lanzó en 1967. Su segunda producción discográfica incluyó el sencillo Space Oddity, lanzado 5 días antes del Apolo 11. Su vida cambió para siempre desde entonces.
Track esencial: Space Oddity
2. Androginia Folk (1970)

Luego de establecerse como artista en solitario, Bowie reunió a una banda para poder tocar en vivo y que lo acompañara en sus presentaciones en vivo. Luego de algunos comienzos rocosos, llegó el álbum The Man Who Sold the World, con un sonido más oscuro y eléctrico, así como referencias a paranoias, esquizofrenias y visiones, Bowie comenzó a descubrirse como artista y showman, llevando puestos largos vestidos tanto en presentaciones en vivo como en entrevistas, en donde los periodistas lo calificaban de una belleza que confundía por su gran parecido a la actriz Lauren Bacall.
Track esencial: The Man Who Sold The World
3. Ziggy Stardust (1971-1973)

Sin duda alguna, el personaje más conocido, y quizás el más querido de la carrera de Bowie. Mezclando la personalidad de Lou Reed y de Iggy Pop, a quienes había visto en Estados Unidos poco antes. Su idea era crear el ídolo pop definitivo, y uno que pareciera haber aterrizado directamente desde Marte. Con cabello rojo, trajes exóticos y un alter ego encantador e hipnotizante, los inicios de Ziggy nacieron en Hunky Dory, se establecieron en The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars y terminaron en un suicidio artístico en un show en Londres en 1973, inmortalizado para una película.
Track esencial: Starman
4. Aladdin Sane (1973)

Aunque su imagen para el álbum Aladdin Sane todavía guardaba relación con el personaje de Ziggy Stardust, Bowie sentía que se estaba perdiendo dentro de su alter ego, tal como se muestra en la icónica portada del disco. Este álbum sirvió como una especie de descanso del culto glam de Bowie, y representó en ese par de rayos en su rostro el conflicto interno de un artista que estaba a punto de renacer.
Track esencial: The Jean Genie
5. The Thin White Duke (1974 – 1976)

Inspirado en el personaje de Thomas Jerome Newton en la película The Man Who Fell to Earth, Bowie se convirtió en un personaje frío y distante, pero con un guardarropa exquisito que el mismo artista muchas veces describió como un modelo de fascista ario, sin emociones. Durante este período lanzó los álbumes Diamond Dogs, Young Americans y Station to Station, que más de una vez declaró no recordar ni siquiera haber grabado, pues estaba en una dieta estricta de cocaína, leche y pimentones rojos. Cuando sintió que estaba perdiendo el control, se mudó a Berlín.
Track esencial: Fame
6. La era de Berlín (1976-1979)

Una de las épocas más creativas de Bowie, en la que exploró con la pintura y la filosofía, produjo tres de los mejores álbumes de su carrera: Low, Heroes y Lodger, en los que exploró no sólo sonidos más avant-garde inspirados en Kraftwerk y composiciones más complejas, sino que trató temáticas como la guerra fría y la idea de álbumes conceptuales. Durante este período, terminó su relación profesional con Brian Eno, con quien había trabajado por 15 años.
Track esencial: Heroes
7. Pierrot, Labrynth y la era new romantic (1980-1988)

La teatralidad de Bowie encontró una nueva audiencia en el movimiento new wave y de los new romantics, y aunque nunca se sintió parte de estos colectivos musicales, su imagen icónica de Pierrot solitario y perdido en el video Ashes to Ashes es sólo superada por su papel de Jareth, el Goblin King en el film Labrytnth. Durante esta época experimentó con los sonidos pop y las colaboraciones, como Under Pressure junto a Freddie Mercury y Dancing’ in the Streets junto a Mick Jagger. Además de experimentar en el cine y el teatro, sus tours se volvieron más grandes y exagerados, tal vez quitándole valor a la música en favor del espectáculo.
Track esencial: Cat People (Putting Out Fire)
8. Era Tin Machine y experimental (1989-1998)

Durante un par de años, Bowie experimentó con ser tan sólo un miembro regular de una banda de rock con Tin Machine, pero luego de un par de álbums con ellos volvió a la carga con un paisaje sonoro más electrónico y experimental, que fue una especie de renacimiento creativo. Mientras Outside fue un trabajo que se acercó más al sonido industrial (no en vano colaboró junto a Trent Reznor), su sucesor, Earthling, fue un viaje exitoso hacia el drum’n’bass, que nos trajeron a un Bowie con pinchos en el cabello, una barba de candado y un excéntrico saco con la bandera Union Jack diseñado por Alexander McQueen.
Track esencial: I’m Afraid of Americans
9. Era del renacimiento creativo (1999-2011)

Bowie le dijo adiós a sus experimentos electrónicos con Hours, de 1999, para comenzar a grabar uno de sus discos más subvalorados, Heathen, que aunque nunca estuvo influenciado directamente con los eventos del 11 de septiembre, guarda ese sentimiento de ansiedad contenida. En el 2003 llegó Reality, que tenía un trasfondo filosófico del significado de la palabra. Y aunque trató de hacer un tour de 7 meses para el disco, debió cancelar más de la mitad luego de un problema cardíaco que lo obligó a retirarse. Durante los años siguientes trabajó en colaboraciones, canciones para películas y proyectos diversos hasta el 2012.
Track esencial: Slow Burn
10. El regreso y era Blackstar (2012-2016)

El 8 de enero de 2013, Bowie anunció su disco The Next Day, el primero en una década, que fue una deconstrucción de su estatus como ícono y de sus múltiples personalidades a través de los años. Una manera de recuperar su imagen al no tener ninguna. Ese álbum fue la antesala de lo que sería su vigésima quinta y última producción, Blackstar, estrenada en el cumpleaños 69 del artista, y con la cual nos entregó rock experimental y un poco de jazz en un regalo de despedida que fue un requiem. Fue uno de los mejores álbumes del 2016, y uno que recordaremos por muchos años.
Track esencial: Lazarus
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