Conoce a Stanley Donwood, el genio detrás de las portadas de Radiohead y Thom Yorke
El artista sin importar la rama en la que desarrolle su talento, tiene la capacidad de adaptar distintos nombres o personalidades que se ajusten al proyecto que esté desarrollando, o a la carrera que quiere construir a partir de su talento. Dan Rickwood ha adoptado varios nombres a lo largo de su carrera, bien sea como pintor, como ilustrador, como escritor, según sea el caso. Posiblemente el nombre que reúna todas sus facetas es Stanley Donwood, ya que así es reconocido en el mundo de las artes en general gracias a su increíble trabajo y a la visión que plasma en cada obra.
Más allá de ser un pintor reconocido en su natal Inglaterra, la fama internacional la obtuvo a que en 1994 fue el encargado de diseñar la portada de My Iron Lung, el álbum de Radiohead. Desde ese momento, Stanley ha sido el responsable de todas las portadas y afiches de cada lanzamiento de la icónica banda, cuya propuesta visual tiene por completo su sello. Desde luego que Stanley también ha trabajado para los proyectos en solitario que Thom Yorke ha realizado en estos años, así como también para Atoms for Peace. Stanley conoció a Yorke mientras ambos estudiaban arte en la Universidad de Exeter. El artista bromea sobre sus primeras impresiones de Yorke, diciendo que parecía “bocón, cabreado, alguien con quien podía trabajar”.
Desde que comenzó en este mundo ha podido vivir de él, pero por alguna razón le cuesta etiquetarla como una carrera, así lo comentó durante una reciente entrevista para Penguin Books, la que afirmó que no entendía porque algunas personas pensaban que era una suerte de recluso paranoico.
“Lejos de ser una carrera, prefiero llamarlo como una serie de accidentes, algunos de ellos han sido buenos accidentes mientras que otros no, pero el resultado final es que estoy en un estudio lleno de pinturas por lo que no tengo que salir a hacer un ‘trabajo'”.
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A pesar de que su relación con Radiohead lleva poco más de 20 años, el propio Stanley reconoce que no entiende para nada el proceso musical y todo lo que conlleva. Sin embargo, su talento le ha permtido manifestar en su propio arte las sensaciones que le genera la música de la banda, a la que ha catalogado como “muy visual”.
Precisamente esta ha sido la herramienta para plasmar sus ideas junto con las de la banda en las portadas de los discos. Kid A por ejemplo estuvo completamente influenciado por la guerra de Yugoslavia y todo el material noticioso que se publicaba en el momento. El arte de OK Computer presenta una combinación de imágenes generadas por ordenador por Thom Yorke y dibujos a mano por Donwood. Para In Rainbow, Donwood experimentó con una técnica de grabado fotográfico, poniendo impresiones en baños de ácido con varios resultados, en lo que resulta una suerte de arcoiris pero muy tóxico. Quizás la más complicada fue A Moon Shaped Pool, dado que inicialmente sería un Dalek disparando pintura, pero al final no pudo concretar la idea por lo que ha definido como una “incapacidad de hacer las cosas prácticas”.
Las “cosas malas” han sido una fascinación de toda la carrera del artista, algo que también se puede ver en su más reciente trabajo con el escritor de naturaleza Robert Macfarlane, y su último libro, Bad Island. Hay dinosaurios y unicornios, sabuesos y ratas, fábricas y edificios de oficinas en llamas, todos meticulosamente tallados en linóleo por Donwood en el curso de dos años e impresos uno por página. A través de ellos, el lector ve, y luego aterriza en la isla. Lo que se despliega allí parece milenios de civilización y destrucción, que puede ser hojeado en cuestión de minutos. Es una representación del mundo que se las arregla para ser aterrador y esperanzador a la vez.
Al ver su trabajo vemos que como cualquier otro artista, el sacrificio y en cierta forma el dolor, marcan la pauta en cualquiera de sus obras, bien sea por el proceso que resulta de esa forma o sencillamente por la idea que quiere expresar en las piezas sin importar de que se trate las portadas de sus libros, o los artes oficiales para el Festival de Glastonbury.
Pero eso no determina en lo absoluto su personalidad, Stanley es un hombre que se muestra entusiasta ante la vida y los retos que ella conlleva, porque le han demostrado que justo cuando cree que todo es un desastre, las soluciones siempre aparecen.
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