Activistas climáticos arrojan sopa a la Mona Lisa en el Museo del Louvre

La Mona Lisa de Leonardo Da Vinci fue nuevamente objeto de un ataque este fin de semana: el domingo recibió un baño de sopa de parte de activistas ambientalistas. El célebre retrato, que ha estado protegido por un cristal de seguridad durante los últimos 70 años, no resultó dañado en el ataque.
En un vídeo publicado en las redes sociales, se puede ver a dos mujeres con las palabras Riposte Alimentaire escritas en sus camisetas arrojando sopa al vaso que protege la obra maestra de Leonardo da Vinci y pasando por debajo de una barrera de seguridad para acercarse a la pintura. “¿Qué es lo más importante?” gritaron. “¿Arte o derecho a una alimentación sana y sostenible? Nuestro sistema agrícola está enfermo. Nuestros agricultores están muriendo en el trabajo”, agregaron.
Más tarde se pudo ver a los empleados del Louvre colocando paneles negros frente a la Mona Lisa y pidiendo a los visitantes que evacuaran la habitación. El grupo Riposte Alimentaire se describe a sí mismo como un colectivo dedicado a abogar por acciones sobre el cambio climático y la agricultura sostenible. En su sitio web, el grupo dijo que el gobierno francés está incumpliendo sus compromisos climáticos y pidió que se implemente el equivalente al sistema de salud patrocinado por el estado de Francia para brindar a la gente un mejor acceso a los alimentos y al mismo tiempo proporcionar a los agricultores un ingreso decente.
Los enojados agricultores franceses han estado usando sus tractores durante días para bloquear carreteras y ralentizar el tráfico en toda Francia en busca de una mejor remuneración por sus productos, menos burocracia y protección contra las importaciones baratas. El gobierno anunció una serie de medidas conciliatorias el viernes pasado, pero los agricultores dijeron que no abordan plenamente sus demandas. De hecho, algunos han amenazado con converger en París para bloquear las principales carreteras que conducen a la capital.
Este fue el último ataque a la obra maestra de Da Vinci, que se encuentra en el Museo del Louvre de la capital francesa. Alguien arrojó un pastel a la pintura en mayo de 2022, pero la carcasa de vidrio aseguró que no sufriera ningún daño.
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